Hay siempre en la vida un amor que no se logra;
pero un amor cuyo recuerdo jamás se borra del corazón.
Es el amor celeste, y este amor no es hecho para el mundo.
¡Le entrevemos apenas, y se desvanece!
El corazón entonces, en el primer instante de su dolor,
gime, maldice y duda de todo.
Pero más tarde o más temprano
la estrella oculta entre nubes aparece,
y brilla la esperanza, melancólica pero consoladora.
Yentonces todos hallamos una respuesta
a las preguntas que nos hemos hecho
en las horas de tristeza.
Cuentos Románticos de David Huerta